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Description
Cuando pierdes tu camino, tu verdadero camino, lo único que puedes hacer es mirar hacia delante y seguir corriendo, escapando de nada y a la vez de todo, por que en el momento en el que te das cuenta de que no tienes nada de lo que huir, en el momento en el que te das cuenta de que no has dejado nada atrás es el momento adecuado para salir corriendo. Muchas veces creemos que escapamos de situaciones que nos sobrepasan, de situaciones que nos aplastan y nos hacen sentir perdidos, débiles, abatidos, pero de lo que no nos damos cuenta es que el único motivo por el que debemos huir es el que no tengamos nada de lo que hacerlo. No existe mayor prisión, que la de estar solo, perdiéndote dentro de ti mismo, tan solo tu puedes liberarte de ella, tan solo tu conoces la salida, y la única forma que tienes de encontrarla, de encontrarte es buscando en tu interior, enfrentándote a tus miedos. Y al final o que de verdad importa no es donde hayas llegado o de que estabas huyendo, solo importa quien te ha acompañado a través de este trayecto. Por eso, jamás debes mirar atrás, tan solo debes mirar a un lado y ver quien te ayuda a seguir caminando.