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girwak — Therapy
#literature
Published: 2015-09-18 18:58:23 +0000 UTC; Views: 82; Favourites: 0; Downloads: 0
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Description Y de la puerta pasamos al interior de la casa ahora silenciosa. La cocina, el comedor, el salón, un baño, las escaleras, las habitaciones... y la habitación donde estaría todo el tiempo que durase la terapia: su habitación. Grande, luminosa -la más luminosa de la casa-, espaciosa, con techo inclinado hacía abajo casi tocando el suelo, con un enorme armario, una puerta que daba a un baño privado y... lo que más fascinó a Francis, casi más que el hecho de sostener las zapatillas: La terraza. La enorme terraza que hacía la vez de techumbre para la terraza inferior, la que daba al salón. Se quedó largo rato admirando la panorámica desde ahí arriba, escuchando los sonidos, el silencio, respirando aire puro. Cerró sus ojos y silenciosamente Rose se apartó para darle intimidad, para que supiera desde ya que su espacio vital no volvería a ser invadido de nuevo en contra de su voluntad.

Cuando volteó después de un tiempo indefinido, había una pequeña sonrisa en su rostro y la paz parecía brillar en cada poro de su piel. No habló, pero su tranquilidad, la ausencia de miedo, hablaba por ella. No rompió la distancia, se encontraba cómoda con la que tenían hasta que algo la hizo mutar de nuevo, los recuerdos y la necesidad que sentía de ducharse. De sentirse limpia, de sentirse bien por fuera tanto como se sentía ahora por dentro... Accedió al interior y escondiéndose en la pared soltó las zapatillas que había llevado en la mano hasta el momento y luego se quitó la pequeña bolsa de deporte para lanzarla lejos, casi con asco. Acciones que sorprendieron a Rose pero, cuando Gjertsen intentó arrancarse la ropa de encima, entendió; se acercó a paso lento a ella, la agarró de las manos y, sin perder el contacto con la mirada de ella, la ayudó a desnudarse, luego corrió las cortinas y le tendió la mano.-¿Te acompaño? -a lo que Francis asintió así que agarró la mano de Rose y la siguió hasta el baño donde, una vez dentro, cerró con pestillo y se abrazó a sí misma.

-¿Te sentirás más segura si cierro la otra puerta también con pestillo? -le preguntó sin perderle la vista, sin perder la paciencia y la paz. Solo un asentimiento y se volteó para abrir la puerta del baño lentamente- estamos solas -recordó- no hay nadie aquí aparte de tu y yo...- abrío, salió, cerró y cerró la puerta de la habitación con pestillo y luego regresó asomando su cabeza a la puerta primero y luego abriéndola para pasar dentro y cerrar con pestillo.-¿Lo ves? Estamos solas. Nadie te molestará ya, ¿vale? ¿Te ayudo con la ropa interior? -pero solo recibió una negación y lentamente las manos de Francis fueron al broche y, al soltarlo, se lo quitó para luego, una vez desnuda, entrar en la bañera. El agua no estaba hasta arriba pero casi y ella se sumergió toda para luego salir y empezar a frotarse, nerviosa y fuerte, muy fuerte. -Ssshhh... Sshhhh...-trataba de tranquilizarla Rose- shhh, sshhh, sshhh, shhh... -mientras le tiraba agua a la cabeza. Luego le mostró el champú y una esponja para empezar a pasársela por los hombros, poco a poco, se fue relajando, poco a poco, fue confiando ligeramente más en Rose. En ningún momento Francis había permitido que le vieran la espalda pero Rose tampoco se lo pidió. Cuando terminó el baño, la ayudó a secarse y, tras eso, aún envuelta en toalla, la abrazó para tranquilizarla y, nuestra protagonista, empezó a llorar.

(...)

-¡¡Ya sé qué haremos de cenar!! -fue el vozarrón desde abajo de James- ¿¡alguien quiere pizza?! -gritó asomado a las escaleras, no subiría arriba, no hasta que Rose dijera lo contrario.
Francis, con pijama y sentada en la cama mientras dejaba que Rose la peinase y la mimase, se separó y miró a aquella mujer castaña y esta sonrío.
-¿Quieres bajar a ayudar? -le preguntó, esperando que la respuesta fuera positiva de su parte. Además, debería tener hambre.-Seguro eres buena pinche.-Aseguró.
-... vamos.-Y ambas se levantaron para ir a la puerta, abrirla y bajar abajo donde Kurl, sorprendiendo de nuevo a Francis, se avalanzó sobre Rose quien exclamó, sorprendida.
-¡¿Dónde habéis ido?! -se río- viene todo sucio -siguió acariciándolo- Kurl, eres un desastre, un desastre, sí, un desastre.-Pero Kurl fue atrás de ella, con actitud más pacífica y menos juguetona y Francis, le acarició la cabeza aunque tímida.
-Creo que la ayudará bastante.
-Yo también lo creo, James. También lo creo.-Francis iba vestida con ropa nueva pues había rechazado ponerse la vieja pero, aún así, no quería tirarla. Llevaba un chandal que ocultaba todo su cuerpo aunque andaba descalza con los pies enfundados en calcetines.
Levantó la mirada y observó a los otros dos.-¿Qué debo hacer -dudó unos instantes-, Rose?
-De momento, mira.-Y la guió a la cocina donde James agarró algo de masa algo amasada, se la llevó a la punta de un dedo y la hizo girar sin romperla. Aquello dejó atónita a Francis quien también lo intentó. Al rato, los tres andaban sucios de harina pero lo más importante es que la más joven de los tres reía a pleno pulmón. Reía sincera por las bromas que habían sucedido al inicio de sus intentos.
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Comments: 1

Bachus-chus [2015-09-23 03:35:14 +0000 UTC]

Quiero en este preciso momento apapachar un Kurl sucio y desastroso como ese T3T

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