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De aquello ya hacía algunos años, de aquel renacimiento de la luz sobre la oscuridad. Aquel día había quedado grabado de por vida en mi mente y jamás podría olvidarlo... Mmiré la luna estrellada y sonreí hacía mis adentros disfrutando de aquel perpétuo siléncio ncoturno que tanto me gustaba. Sintiéndome segura por primera vez en mucho tiempo, cerré mis ojos y revelé a la luna mi más grande secreto: mis alas gris oscuro, recuerdo de aquel negro pasado que todavía recordaba.
-¿No puedes dormir?-escuché esa voz a mi lado.
Negué con la cabeza acomodando las alas a mi espalda, sin mirarle, sabía quien era.
-Hoy hace seis años de aquello, Carfhor.-Le recordé. Vi como cerraba sus ojos y regresé mi mirada hacía la luna. Ambos habíamos perdido mucho aquel día. Yo no solo había perdido a la mujer a quien consideraba mi madre, sino que también a mi padre, hermano y mejor amigo James.
Me incorporé.
-Vayamos a dar una vuelta, Cafhor-Le pedí.
-¿Dónde quieres ir?-me preguntó mirándome.
-A la playa. Jamás he estado en la playa.
-Pues vayamos pero, ¿no habrá ningún problema?-me preguntó y yo supe a qué se refería.
-A la madrugada estaremos de vuelta, no habrá problema.
-Pero tu... oscuridad-dijo con cuidado.
Agaché la cabeza, había dado en el clavo. Aun a pesar de los años, no podía alejarme más de dos pasos del convento sin sentir que la oscuridad me inundaba y me hacía sufrir.
-Podré con ella-mentí.
-¿Segura?-me preguntó buscándome la mirada.
No contesté, recordando lo que había pasado hacía tanto tiempo atrás...

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De aquello ya hacía algunos años, de aquel renacimiento de la luz sobre la oscuridad. Aquel día había quedado grabado de por vida en mi mente y jamás podría olvidarlo... Mmiré la luna estrellada y sonreí hacía mis adentros disfrutando de aquel perpétuo siléncio ncoturno que tanto me gustaba. Sintiéndome segura por primera vez en mucho tiempo, cerré mis ojos y revelé a la luna mi más grande secreto: mis alas gris oscuro, recuerdo de aquel negro pasado que todavía recordaba.
-¿No puedes dormir?-escuché esa voz a mi lado.
Negué con la cabeza acomodando las alas a mi espalda, sin mirarle, sabía quien era.
-Hoy hace seis años de aquello, Carfhor.-Le recordé. Vi como cerraba sus ojos y regresé mi mirada hacía la luna. Ambos habíamos perdido mucho aquel día. Yo no solo había perdido a la mujer a quien consideraba mi madre, sino que también a mi padre, hermano y mejor amigo James.
Me incorporé.
-Vayamos a dar una vuelta, Cafhor-Le pedí.
-¿Dónde quieres ir?-me preguntó mirándome.
-A la playa. Jamás he estado en la playa.
-Pues vayamos pero, ¿no habrá ningún problema?-me preguntó y yo supe a qué se refería.
-A la madrugada estaremos de vuelta, no habrá problema.
-Pero tu... oscuridad-dijo con cuidado.
Agaché la cabeza, había dado en el clavo. Aun a pesar de los años, no podía alejarme más de dos pasos del convento sin sentir que la oscuridad me inundaba y me hacía sufrir.
-Podré con ella-mentí.
-¿Segura?-me preguntó buscándome la mirada.
No contesté, recordando lo que había pasado hacía tanto tiempo atrás...