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javithabadeer — ------ Preparacion para la ceremonia

Published: 2016-02-19 04:00:43 +0000 UTC; Views: 1133; Favourites: 1; Downloads: 0
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Description

Shaze despertó con un brinco al oír los alaridos de la chica, se levantó del asiento con mucha ligereza y corrió hasta estar cerca de ella, la vio recostada en la cama, en posición fetal mientras se aferraba el gato, preocupado de si tenía algún dolor o herida comenzó a buscar con la mirada, pero no encontraba sangre más que sus lágrimas. Bajo las manos para acariciar su cabeza y calmar así su llanto.

-Jokey, oye ¿Estas bien? ¿Qué sucede? –Preguntó mientras la miraba esperando una respuesta.

Ella solo golpeo su mano antes de que él le acariciara, como si le diera asco o miedo que él la tocará. Shaze sorprendido se sentó en la cama acariciando su brazos tratando de calmarla pero al contrario, ella siguió llorando.

-Jokey…

-¡Lárgate! –Gritó ella sin dejarlo hablar más.

-Sé que estas molesta pero no pue…

-¡LARGATE! ¡Te odio! ¡No quiero volver a verte jamás!

Él la miro incrédulo, jamás la había visto de tal manera, iba a decir algo pero justo entro por la puerta Argéon, que al verla llorar se acercó corriendo a ver que sucedía.

-¿Qué paso aquí? ¿Le duele algo? –Quiso saber Argéon mientras avanzaba a la cama.

-¡Que se vaya! ¡Haz que se marche Argéon! -Sus gritos fueron desconsoladores, como si el hecho de tenerlo ahí la matara.

Argéon miro al licántropo el cual le devolvió la misma mirada de sorprendido, el vampiro se acercó al joven pero Shaze retrocedió mirando a la joven tirada en la cama.

-Puedo irme solo. –Contesto y espero alguna reacción de ella, pero nada paso.

Avanzo a la salida y de ahí desapareció por la puerta. Argéon se acercó a la vástaga, le tendió los brazos y ella lloró en su pecho como si fuera una pequeña niña de diez años. Él acaricio su cabello consolandola, algo en ella le hacia familiar, pasaron minutos que se transformaron en media hora de abrazo y caricias de manera fraternal. 

-Géon... tengo  tu collar y el anil..

-Lo sé, yo te lo quite para que no se perdiera y  puedes conservar el collar. -Y con un beso en la frente la recostó dejando que durmiera nuevamente.

Los días pasaron, todo había cambiado, algo en ella había desaparecido, quizá su esperanza a volver a su vida normal. Habían pasado tres días desde que no se levantaba de la cama, Pinot y Argéon le traían bolsas de sangre pero ella no las bebió, estaba sedienta pero se negaba a moverse, estaba en la misma posición desde que el joven, que en algún momento fue su mejor amigo, se había ido. El gato iba y venía, generalmente estaba con ella, haciéndole compañía, jugó con su collar de cascabel con las únicas fuerzas que tenía, ya no le quedaban lágrimas que derramar. Aburrida, giro su torso y miro la habitación, nada había cambiado, la peluca seguía colgada, el enser junto a la cama habían algunas bolsas de sangre y el libro negro estaba ahí. Con una sonrisa alargo un brazo y tomo el libro para volver a acomodarse como siempre, con el gato recostado cerca de su vientre siendo una fuente de calor para su gélido cuerpo. Abrió el libro en la página que había quedado y comenzó a leer.

Diciembre, 1. Acabamos de volver de la ceremonia de Neferon, fue simplemente increíble y Alain lo disfruto tanto como yo, conoció a vástagos de su edad, lo cual me pareció increíble, ahora tendrá amigos con quien hablar. Pero algo dentro de mí, sé que era solo un experimento de ver la evolución de un vampiro, aun así Alain... Cada día se pone más bella, quizá sea el vampirismo que genera estos cambios en su cuerpo como la belleza, cuando la rescate de su muerte segura estaba decaída, su piel era amarilla y sus ojos mostraban cansancio y amargura. En cambio ahora brilla como el oro y sus ojos son lo más hermoso que tiene, verde como la esmeralda.

¿Qué es mejor? ¿Haberla dejado morir y que descansara en paz luego de tanto sufrimiento o matarla para convertirla en una bella flor esclava de noche?”

Lágrimas cayeron por sus mejillas, no sabía que aún le quedaban pero ver el sufrimiento del autor le afectaba a ella también. Él amaba a Alain y no quería verla con nadie más pero eso era tan egoísta como haberle arrebatado su descanso en paz al haberla convertido en vampiro. Subió una mano a su mejilla donde secó la lágrima de sangre, se sentía cansada, su cuerpo necesitaba sangre, miro de reojo la bolsa con líquido carmesí y luego negó con la cabeza. Las páginas resbalaron de sus dedos y quedo en unas hojas más adelante, había un dibujo, una chica sentada en un sillón antiguo con libro entre las manos. >> ¡Alain! << pensó al verlo, estaba en blanco y negro como la época correspondiente, usaba un vestido muy bonito de estilo victoriano y el cabello caía suelto por sus hombros. En una esquina del dibujo había un escrito, “Mi amada Alain, tan bella como el reloj de oro detenido en mi bolsillo. Nereo Skarabäus.”

-¡Ese es su nombre! –Con una sonrisa miro el nombre.

-¿Ese es el nombre de quién?

Su sonrisa desaprecio y miro adelante para ver quien había hablado, era Argéon quien estaba entrando con otra bolsa de sangre. Él la miro con molestia, pero sin enojo, solo de preocupación.

-¿Cuándo vas a beberlas?

-Géon, ¿Por qué me diste este libro?

-Pues creí que te gustaría leerlo.

-¿Lo has leído tú? –Él negó con la cabeza mirándola. – Entiendo…

-Pero conozco al autor –Dijo después con una sonrisa al ver que los ojos de ella brillaban con la noticia.

-¿En serio? ¿Cómo? ¿Se queda con Alain? ¡Géon, habla!

Él la miro con una sonrisilla traviesa y apunto el enser con las bolsas de sangre, ella lo miro con odio y cariño y luego inflo las mejillas en señal de protesta. Argéon rió con su gesto y se acercó dándole la bolsa que traía en la mano.

-Ten y bébela toda –Ella lo recibió de mala gana. –Oye, se acerca la ceremonia de unión y pleitesía.

Jokey lo oía mientras clavaba los colmillos en la bolsa de plástico, en solo segundos ya bebía el líquido, podía sentir como las energías volvían a su cuerpo dejando atrás su lado melancólico por uno lleno de fuerza.

-Bueno será en tres días y para entonces debes aprender un baile ceremonial con tu pareja.

-No tengo pareja –Protestó ella sin soltar la bolsa.

-Sí que la tienes, es el vampiro que te mordió, en este caso…

-Bernard.

-Exacto, pero él te esperará en Tenebris, así que Andrew te enseñara el baile en el salón.

-¿Por qué no tú o Pinot?.

-Porque yo ahora me voy de viaje y Pinot debe vigilar los otros clanes, no somos los únicos vampiros que están a su cargo tontita.

-Entiendo… -Acaricio su cuello y toco las marcas que tenia de los colmillos de Bernard. –Y ¿Cuándo se saldrán los puntos opacos que tengo?

-El día de la ceremonia, cuando bebas la sangre de Neferon los puntos se irán y ya no estarás atada a Bernard.

Termino la bolsa con sangre y dejo el plástico sobre el enser, él la miro satisfecho y camino a la ventana, miró por ella mientras ella se sentaba en la cama.

-Géon, ¿Qué paso con lo de tus padres…?

-Les dije lo de mí y Pinot.

Sorprendida Jokey se levantó de la cama y se acercó a él mirándolo, Argéon seguía mirando hacía el jardín, era de noche y la luna estaba en lo alto  acompañada de estrellas.

-¿y? ¿Qué sucedió?

-Ya lo sabían.

-¿Cómo que ya lo sabían?

 

--------------------------- J.A.--------------------------------------------

Argéon se acercó a su mare, estaba nervioso por todo, pero ya no tenía salida, no después de que Andrew los vio besándose en el salón. Sus padres estaban tomando el té en el salón principal, Pinot estaba acompañándolo, asumirían el castigo de ser expulsados si era debido.  Cuando llego, se ubicó frente a la mesita de caoba, ambos padres los miraron expectantes.

-Madre, padre… Debo decirles algo importante.

-Claro hijo, habla. –Fue el padre quien lo miraba a los ojos esperando mientras dejaba la taza sobre el plato.

-Emma, no existe, es una vampira neonata –La madre lo miro sorprendida, trago bilis para seguir hablando. –Y estoy enamorado pero… de… Pinot.

 El silencio gobernó el lugar, nadie hablo, solo se podía oír el tica-tac del reloj de bolsillo que había dejado el padre de Argéon sobre la mesa de caoba. La señora Araignée se llevó la taza a los labios con completa calma.

-Lo sabemos. –Dio un sorbo a su taza de sangre ardiente.

Argéon se quedó congelado, busco en que sostenerse, encontró la mano firma de Pinot sosteniéndolo para que no cayera.

-¿Q-qué? –Logró decir segundos después.

-Géon, soy tu madre y no soy estúpida. La manera en la que miras a Pinot es única, me di cuenta hace diez años.  –Bajó la taza con cuidado mientras el padre seguía bebiendo tranquilamente.

 

-Wow… Logró decir Jokey luego del relato que le había dado Argéon.

-Lo se… He estado negándome a Pinot por diez años solo por mi miedo al rechazo.

-Hey… -Acarició su espalda con cuidado y cariño. –Ya no importa, desde ahora seréis felices. –Él le devolvió la sonrisa y la abrazó agradeciendo el apoyo.

-Bueno, ya debo irme, mi vuelo sale en una hora más. –Dijo mientras iba a la puerta.

-¿Me traes un recuerdo?  -Lo miro con una sonrisa pero  él solo rio mientras salía de la habitación.

-No y báñate que apestas. –Y con eso desapareció de su vista.

-¡Gracias por querer traerme algo!  

Miró al gato que seguía en la cama pero ahora no dormía, se lamia las patas. Debía ducharse y no sería la única, se acercó al gato con una sonrisa malvada, lo tomo entre sus brazos y camino al baño con él. Bécquer maulló mirándola pero ella ya estaba cerrando la puerta del baño.

 

-Bien, comenzaremos las cla… ¿Por qué llevas vendas en los ojos? –Preguntó Andrew.

Habían pasado tres horas desde que Argéon se había ido, Pinot estaba encerrado en su oficina arreglando los trámites de la ceremonia, había pasado una hora completa con Cellie la cual le había enseñado cosas de la ceremonia pero más se dedicaba a hablar de Nabil, un chico reptiloide, que conoció en la ciudad.

Era el turno de practicar con Andrew, ahí estaba con una venda negra en los ojos, Cellie le había dicho que Andrew tenía un hechizo en sus ojos, toda chica que lo mirará quedaba embriagada por ellos y sus encantos. Ahora que lo pensaba, ¿Era literal o no?

-Porque… así me aprendo mejor la coreografía, anda enséñame, ¡Estoy lista! –Con entusiasmo espero a que él ordenara algo.

-Estoy acá.

Su voz le sonó por detrás de ella, con un rubor de vergüenza se giró quedando frente a él, solo oyó la risa de Andrew, luego de eso sintió su proximidad.

-Primer movimiento, el hombre pasa por detrás de ti. –Con una voz suave avanzo hacia el costado izquierdo de ella, rozo su hombro con el brazo. Al pasar detrás de ella rozo sus espaldas. –Y ahora debes estirar tu brazo derecho hacía el costado. –Jokey lo hizo, alargo su brazo y sintió como él pasaba su espalda por su brazo, finalmente sus manos se encontraron.

Él había vuelto a su sitio mientras sostenía su mano en el aire, la mano de Andrew era más grande que la de ella, con dedos finos y alargados.

-Segundo paso, debes caminar a mí suavemente. –Ella avanzo hacia él, sentía que caería al vacío por no ver nada con la venda, pero no fue así, a los cuatro pasos ya podía sentir el frío que él emanaba.

Andrew alzó el brazo y la hizo girar haciendo que la espalda de ella quedara apegada a el pecho de él, los brazos de ambos rodeaban la cintura de Jokey, pudo sentir que el tenía sus labios cercano a su oreja derecha.

-Ahora… él debe decir las palabras de unión… -Casi como si susurrara le hablo al oído, ella podía sentir sus mejillas rojas como la guinda. –Último paso. –La soltó del agarre, la hizo dar media vuelta quedando frente, entrelazo sus manos para finalmente apegar su cuerpo al de ella.

Cerró sus ojos con fuerza, esto de estar a tan poca distancia con chicos se le estaba haciendo más habitual pero no quitaba sus rubores y nervios. Iba a despegarse de Andrew pero no alcanzó,  él la tomó por la cintura y atrajo más a él, acto siguiente, sus labios sobre los de ella.  

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