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Rolimer — JAILBOX -Capitulo 5-
#relato #minecraft
Published: 2014-09-30 02:12:09 +0000 UTC; Views: 223; Favourites: 1; Downloads: 0
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Description Capitulo 5

Desperté en mi cama sintiendo una resaca insoportable y el sabor de la caña en el paladar. Al sentarme me di cuenta de que no traía puesta la armadura. Solo llevaba mi camisa tintada de color negro y mis pantalones de lana gris. Miré a mi alrededor, reconociendo mi propio hogar: una cabaña de madera con base de piedra y alfombra roja, con pocos adornos y los elementos básicos acomodados en rincones. Algunas ventanas pequeñas y unas escaleras que llevaban a un ático donde guardaba mi colección de discos y el tocadiscos que me gané en una carrera de cerdos. La casa era sencilla y humilde, tenía que serlo para disimular la fortuna en tesoros que guardaba en mi sótano secreto.
De pronto el tocadiscos comenzó a reproducir “Cat”.
Me levanté sin hacer ruido, y mientras sonaba la melodía me deslicé hasta el baúl de armas que tenía cerca. Había alguien ahí arriba, Cabeza de Calabaza, tal vez.
Con la espada en mano me acerqué a la escalera, si tenía puesta mi armadura seria un problema, pero aun y así me las arreglaría.
Asomé la cabeza.
- ¿FantasMer? – era un amigo, el dueño de la tienda de pociones.
- Cral, ¿cómo te sientes colega? – Me saludó, dejando de hurgar en mi baúl de discos – disculpa si te desperté, ¿puedes creer que no tengo este disco aun? Y dicen que es de los más fáciles de conseguir.
- ¿Qué pasó? – fue lo primero que se me ocurrió preguntar.
- no te preocupes por tu armadura, la guardé en uno de los baúles después de arrastrarte hasta aquí.
Captó mi mirada de desorientado.
- estabas tirado detrás de la taberna cuando te encontré. Murmurabas cosas sobre magos-calabaza y aldeanos con cabeza de perro. Si ese tío te dejó ahí, deberías buscarte mejores amigos – me recomendó en tono paternal.
- ¿un sujeto con una calabaza en la cabeza?
- sí, pero no lo vi. Alguien que andaba cerca los vio a vosotros y me lo dijo cuando me vio arrastrarte hasta tu casa.
- bueno, gracias por traerme amigo.
- ah, por nada colega. ¿Me prestas este disco?
- claro, llévatelo. Tengo un montón de esos.
- Cojonudo. Por cierto, ¿este disco donde lo encontraste? Jamás había escuchado de él.
Sacó del baúl un disco negro que no tenía ningún color distintivo.
- lo probé en el tocadiscos – me dijo – pero no suena nada.
- no sirve. Y no lo encontré, ya lo tenía cuando yo…
- ¿Cuándo tu…?
- llegué… - terminé de decir después de unos segundos.
- ¿llegaste? ¿Te refieres a La Llegada?
No le respondí. Se me cruzaban cosas extrañas por la cabeza en ese momento. Por un lado mi memoria intentaba rememorar ese día, el día de mi “Llegada”, y por el otro lado había algún tipo fuerza que me hacia olvidar, y al mismo tiempo me susurraba que no era importante, que no merecía mi curiosidad.
“Deberías preguntártelo”
¿Qué es Llegar?
“La gente debería preguntarse muchas cosas”
¿Por qué Llegué?
- FantasMer, tengo que ir a hacer una cosa.
- Esta bien, colega, aunque me gustaría escuchar un poco mas de música. ¿Me darías unos minutos? O podrías ir y yo me quedo aquí un rato…
- no. Lárgate de mi casa.

No podía perder ni un segundo, corrí por el pueblo en dirección a la zona de Llegada, mientras peleaba contra el impulso de olvidar. Más que una pelea, era como una tentación. Retener el recuerdo era cada vez más difícil, se sentía como si algo pesara en mi cabeza. Y el remedio era dejarse llevar por esa sensación cálida y tranquila del olvido. Vive el ahora, me decía. No te aferres al pasado.
Tenía que aguantar, había vivido el ahora sin mirar atrás ni adelante durante demasiado tiempo, debía saber más, ni siquiera sabía sobre qué, pero debía saberlo, antes de que dejara de interesarme por completo.
La zona de Llegada era un lugar situado en la esquina de del pueblo. Había unos árboles y un diminuto lago que por alguna razón nunca fueron tocados. Junto a eso se había construido un barracón donde vivían temporalmente los “Llegados” como les decían los voluntarios que trabajaban en esa área.
- ¡llegó otro! – escuché que gritaban.
Algunos voluntarios fueron a recibir al nuevo. En el lugar donde estaban los arboles y el lago no había nada, y de pronto ya había alguien ahí. Usando solamente una playera celeste y jeans gastados. Estaba confundido, agotado y con la mirada perdida. Igual que todo el mundo cuando aparecían.
Mirando la escena pude refrescar mi memoria. Mi Llegada había sido igual. No entendía nada, y por alguna razón me importaba muy poco entenderlo. No traía nada conmigo, estaba sin nada, igual que todos… excepto… excepto por ese disco…
Recordar era tan duro… tan difícil… ¿Qué era yo antes de existir?
Tanto ruido… tanto maldito ruido.
Me percaté de algo, y eso hizo que todo el esfuerzo desapareciera.
- ¡¿Qué carajo?! – Exclamé, revisando mi inventario, descubrí que no tenía ni una sola de mis varas de blaze – ¡ese infeliz Cabeza de Calabaza me robó! – grité indignado. Y eso fue suficiente, las preguntas desaparecieron. Había dejado de importarme completamente otra vez.
- ¡voy a encontrarte maldito! – seguía gritando, agitado por algo que ya no recordaba – cuando me compre mi caballo, lo usare para pasarte por encima mil veces ¿me oyes? ¡MIL VECES! – me reí como un desquiciado, sintiendo muy adentro mío ese alivio y energía que era la recompensa por ser vencido, dejar de curiosear.
Y abrazar el olvido.
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Comments: 1

miguel-el-kender [2014-09-30 22:08:02 +0000 UTC]

le ha robado las baras de braze - coje una recortada y la carga- dime donde, quisiera darle un regalo por mi parte

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