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Jime17 — Destino Burlon
Published: 2014-12-30 03:52:33 +0000 UTC; Views: 847; Favourites: 5; Downloads: 0
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Description Toda mi vida fui capaz de ver hilos que conectaban a las personas que estaban destinadas a estar juntas.

Eran transparentes, generalmente de colores claros, únicos por cada pareja, nunca repitiéndose. Al principio solo lo podía notar en las personas más cercanas a mí. Por eso la primera señal de mi habilidad fue el hilo que veía entre mis padres. Luego, esto se hizo cada vez más recurrente, sobre todo cuando empecé la secundaria.

Nadie sabía de esto porque había elegido mantenerlo en secreto. Después de todo, pensarían que estoy loca, ¿o no?

Y así como era un poder interesante de tener, también era frustrante. En todos esos años que había vivido viendo como todos tenían asignado un alma gemela, nunca pude ver un hilo conectado a mí. Con el tiempo se volvió algo que ya había aceptado y, resignada, logré olvidarme del tema.

Esta mañana en particular no era diferente a ninguna otra. Sentada bajo un árbol mientras dibujaba, los hilos se entrecruzaban y conectaban frente a mí, haciendo del patio una trampa en la que fácilmente podrías terminar enredado —si no fuera por el hecho de que eran invisibles e inmateriales para aquellos que no compartían esta habilidad, obviamente—.  Uno en particular se extendía desde una punta hasta la otra, pasando justo en frente de mi nariz. Era molesto, no iba a mentir, pero no quería tocarlo, porque si lo hacía, el hilo se rompería.

Un día, cuando tenía siete años, había notado que el que unía a mis padres estaba más flojo de lo normal.  Cada vez que discutían, la unión se debilitaba más y ya no parecía tan tirante y firme como antes. Así que, curiosa por lo que podía pasar, lo toqué. Lo toqué y se quebró casi inmediatamente. La separación, meses después, fue inminente. Y creí que solo podía hacerlo una vez que el hilo se debilitaba, pero en realidad no era así. Podía hacerlo cuando quisiera. Solo necesitaba tener un sentimiento negativo como intención y era todo lo que tomaba para romper por completo la unión entre dos personas. También lo había causado con una amiga y su novio —los celos siendo el motivo—. Desde entonces, después de todas esas ocasiones que me demostraron la fragilidad del destino de las personas, y sabiendo que podía arruinarlo con un solo movimiento, me juré no interferir con los hilos nunca más.

Por suerte eso ocurría solo cuando realmente tenía la intención, por lo que podía moverme libremente mientras no tuviera en mente el deseo de romperlos. Me paré, libro en mano, y caminé hasta las escaleras para volver al curso.

Mientras subía tuve la desgracia de cruzarme con Seth y su grupo. Todavía no podía descubrir sus razones, pero desde comienzo de secundaria había agarrado la costumbre de molestarme. Generalmente no me afectaba, sus formas de irritarme eran infantiles y no merecían mi atención, pero había días en los que mi paciencia no daba abasto.

— Pero mira vos a quién me vengo a encontrar. ¿Qué haces por acá?

Lo ignoré como siempre, pasando por su lado sin dirigirle ni siquiera una mirada. La falta de reacción por mi parte claramente hirió su orgullo y, en un intento por recobrar su autoridad, robó el libro de mis manos.

— ¿Y qué es esto? ¿Estás leyendo de nuevo, nerd?  Lo que hace la falta de amigos, eh —comentó con tono burlón hacia sus acompañantes y estos se rieron en unísono.

— Dámelo —demandé.

— Uy, chicos, tengo miedo, ¡Asha se puso seria!

El timbre sonó y con él mi tolerancia se acabó, así que lo pateé en la pantorrilla, tomando el libro una vez más cuando cayó de sus manos.

— No me molestes —dije, fría, y reinicié mi camino, haciendo oídos sordos a los gritos y quejas que escuchaba desde atrás mío.

Siendo una de las últimas semanas antes de que terminara el año, la mayoría de los profesores empezaban a faltar más seguido y teníamos cada vez más excusas para “festejar”, cualquiera fuera la razón, haciendo del patio un alboroto colectivo. Yo, por mi parte, prefería quedarme en el balcón, a salvo de todo el bullicio, mirando desde allí a las víctimas de la harina y la goma espuma que mis compañeros tiraban.

Entre todo el tumulto pude distinguir al bravucón y su grupo, atormentando a unas chicas de primaria con papel higiénico. Suspiré, poco sorprendida. De repente, con mi vista ya acostumbrada a advertir los pequeños detalles, noté que de uno de los dedos de la mano que sostenía el rollo ya sin papel, un hilo magenta flotaba en el aire, orgulloso e inmodesto.

Me sentí casi indignada. No pude evitar pensar en la pobre alma que se vería atada a este engreído. Quise seguir el camino que recorría el hilo para ver a quién estaba atado el otro extremo, pero el preceptor anunció —como pudo, entre todo el lío y el griterío— que tenían que volver a subir y que la profe de matemáticas ya estaba esperando, frustrando así mi intento de visualizar la otra punta en un mar de hilos entremezclados que se torcían y cruzaban mientras sus dueños caminaban. En momentos como esos prefería no concentrarme en ellos, ya que la cantidad de colores podía llegar a marearme, por lo que bajé la vista.

Y fue en ese momento en el que mis ojos se posaron en algo que, después de tanto tiempo, hacía su aparición por primera vez. Allí, en un pequeño nudo en mi dedo meñique, el color magenta destelló. Sentí mi rostro volviéndose pálido con cada segundo que pasaba y no pude escuchar nada a mi alrededor.

No, es imposible. Me rehuso a creerlo. No, no, no, no.

Abrí aun más mis ojos, tratando de enfocarlos en el hilo con más nitidez, asegurándome de que la luz del sol no estuviera jugándome una mala pasada. Pero, sin importar por cuánto tiempo me concentrara en él, el color no cambiaba. Era perfectamente claro que era magenta y, con esa realización, quise salir corriendo al baño para encerrarme allí hasta que pudiera despertar de este mal sueño.

¿Por qué? De todas las personas en el mundo, ¿por qué él?

En una coincidencia cruel y fastidiosa, Seth pasó caminando y, al mirarlo fijamente, creí ver un leve tono rosa en sus mejillas mientras apartaba su vista de mí.
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Comments: 4

HiHereAmI [2015-11-23 14:58:51 +0000 UTC]

ESTO ES DEMASIADO HERMOSO
CADA VEZ QUE LO RELEEO
MUERO

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Jime17 In reply to HiHereAmI [2015-12-02 01:51:21 +0000 UTC]

AHHHHHHHHHHHHHH gracias!! <3

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HiHereAmI [2014-12-30 19:09:41 +0000 UTC]

bgdahbfewhfihbgiewfbiefwbiuebdfikewbfiydebwiydbveiuwydvwsfeuyvuyhwveyrfyhrwev Amo esta clase de historias,la ambiguedad, el odio y el amor entremezclados.Tengo una historia cuyos protagonistas son una par de adolescentes en básicamente la misma situación ambigua.
Está maravilloso,Jime,como siempre.Nunca me canso de tus escritos y quiero verlos en un libro o en un blog literario...verlos.
Además,Asha y Seth en poquitas palabras conquistaron mi corazón.Incluso me diste ideas sobre ellos TTwTT Tengo que dibujarlas o vos tenés que ampliarlo XDDDD Jajaja,ya sabés,no te presiono Pero dios,que amo este.

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Jime17 In reply to HiHereAmI [2014-12-30 23:50:37 +0000 UTC]

Gracias, gracias, gracias por las lindas palabras! :3
Si se te ocurre dibujarlos tenes todo el permiso del mundo y por favor mostramelo! (tengo un par de sketches de ellos en mi cuaderno, si se me ocurre escanearlos puedo subirlo xD)

Y podría convertirlo en una historia corta algún día, pero por ahora estoy intentando concentrarme en un libro que me está costando escribir xD 

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